miércoles, 24 de octubre de 2012

LA TORRE EVANESCENTE (Michael Moorcock)


Pues nada que aquí seguimos con "La torre evanescente" (1970) las andanzas de Elric por el multiverso. Sin contar mucho de la trama, diré que nuestro albino favorito busca venganza del hechicero de Pang Tang Theleb K'aarna, persiguiéndole por doquiera va.
El libro sigue en el estilo sencillo de la clásica narrativa de fantasía, con sus combates, su visita de escenarios, sus personajes enfocados a la acción... y cumple con ese objetivo de entretener que tienen esta clase de libros. Lo cual está muy bien.

El toque más profundo lo pone el desarrollo del personaje de Elric, que continúa con su depresión existencialista y toque maldito, resultando bastante interesante, al menos para mi gusto. Y Moorcock empieza a mostrar aquí la naturaleza del Campeón Eterno, "Tres que son uno", Elric, Corum y Erekosé, como dimensiones de un mismo ser. Curioso e imaginativo, aportando así una sutil pizca cósmica al conjunto, que le sienta bien a la normalmene plana fantasía heróica.

Libro que entreteniene, para esos ratos que buscas distracción sin que te hagan pensar demasiado. 



4 comentarios:

David Gómez Hidalgo dijo...

De vez en cuando se necesita una lectura así, sin muchas pretensiones.
Saludos

Luis Bermer dijo...

Fe cogido la saga por banda y hasta que no me la acabe, ya no paro :)

Saludos, David.

Aran dijo...

Yo hago lo mismo, cuando pillo una serie por banda, no paro hasta terminarla. Por eso suelo huir de ellas, porque me puede la impaciencia.
Si algo bueno tienen es que conoces mejor a los personajes, y según avanzas se convierten en viejos amigos, o enemigos.
Besos

Luis Bermer dijo...

Es que es muy tramposo, lo de las sagas. Antes no creo que se hiciera tanto por motivos comerciales (ésta por ejemplo, se fue escribiendo a lo largo de los años), pero ahora... es descarado. Claro, te lees el primero y qué ¿te vas a quedar a mitad? No claro, sigues y te los compras todos, mucha astucia, sí... ¬¬

Eso sí, si la saga es buena (Canción de hielo y fuego), hasta se agradece :)

Un beso, Aran!